El jurado de la Fiesta Provincial del Teatro 2015 prefirió la tragedia y el drama y seleccionó como ganadoras a “Petra”, dirigida por Roberto Aguirre del elenco Venquetetienteteatro, y “Tiempos de paz” con José Kemelmajer y Gustavo Torres, bajo la dirección de Daniel Posada, las que representarán a Mendoza en la Fiesta Nacional que se llevará a cabo en la provincia de Salta entre el 20 y 30 de marzo.
En tercer lugar quedó “Al servicio de la comunidad”, dirigida por Juan Comotti, que acompañará a las ganadoras en la Fiesta Regional del Teatro a realizarse en San Juan. Y en cuarto lugar por orden de mérito eligieron “El soplador de estrellas” del elenco Cajamarca.
Las dos producciones estrenadas el año pasado marcaron, por un lado, el regreso del colectivo de mujeres a la escena y, por el otro, el elogiado trabajo de José Kemelmajer al interpretar un texto comprometido y profundo, lejos del humor.
“Petra”, basada en la película Rainer Fassbinder “Las amargas lágrimas de Petra von Kant” y textos del elenco, es una tragedia moderna que indaga en el mundo femenino y el amor como centro de conflicto, y resulta un homenaje a la obra del realizador alemán.
Así la vida de Petra, una reconocida diseñadora de modas, se ve signada por el amor y posteriormente la pérdida y la soledad.
Bajo la tutela del director porteño Roberto Aguirre, el elenco conformado por Betsabé Quintero, Cecilia Humberto, Elena Schnell, Laura Rodríguez y Margarita Cubillos interpretan un relato que transita la frivolidad de las relaciones en una puesta cargada de seducción. De esta manera amalgaman una historia propia de estos tiempos.
En la otra vereda, el drama “Tiempos de Paz” desarrolla el encuentro conflictivo entre el inmigrante ruso Clausewitz y el oficial de aduanas Segismundo. La obra protagonizada por José Kemelmajer y Gustavo Torres está basada en la película “Nuevas directrices para los tiempos de paz”.
Dirigida por Daniel Posada, el montaje ganador del Festival Estrenos en Mendoza 2014 conjuga una postal de la realidad argentina en plena década del ‘40, y a su vez es un homenaje al oficio de la actuación y apela al recurso del teatro dentro del teatro. La nostalgia, la tensión, la esperanza, las pérdidas, los afectos se entrelazan en un vínculo de poder y opresión de dos seres desconocidos.